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viernes, 30 de diciembre de 2022

Mérida, la casa del académico.

 Llegando a la ciudad de Mérida, casa del equipo Estudiantes de Mérida. No es solo venir a ver uno de los estadios sedes de Copa América 2007 si no además, Mérida es la única ciudad de Venezuela y el Caribe que tiene nieve en sus montañas.

El juego estaba pautado para las cuatro de la tarde, y tenía tiempo suficiente para comer pasteles, una especie de empanada a base de harina con algo diferentes rellenos, algo típico de los andes venezolanos. El mejor lugar para hacerlo, es en el Mercado Principal. Entrando al mercado me encuentro a dos fanáticos del equipo Estudiantes porque usan la indumentaria del equipo. Trato de sacarles conversa, pero la realidad es que están disfrutando de una bebida que al parecer es atractiva porque hay una pequeña fila de pedidos.

Lo que hace un fanático, lo repiten todos, así que me animé a seguirle el paso a aquellos dos uniformados de blanco y rojo. Vale decir que Estudiantes es el equipo mas longevo de Venezuela, aunque apenas tenga 51 años, aunque recordemos que Venezuela no es un país de gran tradición futbolera, así que es un gran hito alcanzar esa data. Finalmente llego a la estación de pedidos y me sugieren tomar Vitamina, es una bebida que suena energizante, pero por sus ingredientes no ayuda mucho.

Mientras buscaba la venta de pasteles, me tropiezo nuevamente con los fanáticos, y de inmediato le hice un par de preguntas para romper el hielo. Los merideños como los andinos son atentos, pero cerrados para conversar, aunque cuando les dije que venía exclusivamente a ver el juego, me lanzaron dos sonrisas y un saludo de puños, típico de aquellos que mantenemos vivos las señales post- pandémicas.

Una vez selecciono el lugar para disfrutar de los pasteles, me siento a la mesa y en el techo me encuentro una bandera y un escudo de algunos equipos de fútbol. Es el típico banderín que se reparten los jugadores previo a un partido. Disfruto la vista pero la vendedora no tuvo compasión y me lanzó un ¿Cuántos pasteles? Tres pasteles y una Malta Polar, una de las mas deliciosas en su especie. Es una bebida negra de cebada sin alcohol típica de los países caribeños.

5 minutos de espera fueron suficientes para darme cuenta que los Domingos, el merideño come pasteles, es un desayuno que compagina con la tradición del lugar. Cada pastel me cuesta 6 Bolívares, algo así como 0.4 dólares y una malta alrededor de 13 Bolívares. No es caro realmente, así que es una manera económica y típica de comenzar el día.

Con las conversiones monetarias, es difícil realmente estar claro en los montos. Tengo 2 billetes de 500.000 Bolívares aún en uso, que valen la mitad del billete nuevo de Un Bolívar. Así que debo pedir ayuda y me la ofrecen sin ningún problema. Pago mis pasteles, me voy con “barriga llena, y corazón contento.”.

Aún tengo tiempo para pasear por algunos lugares cercanos. Mérida es realmente una ciudad pequeña a 5 horas de la frontera colombiana, y con menos de 500.000 habitantes. Es la ciudad universitaria de Venezuela por ser sede de Universidad de Los Andes, que por cierto, albergó a otro equipo de Primera División, ULA FC en los años 70, 80, y 90, escuadra que quedó campeón en dos oportunidades y jugó Libertadores.

Por la cercanía, camino a la Plaza Bolívar y a su majestuosa Basílica de La Inmaculada. Cuenta la leyenda que esta catedral se ha reconstruido en 3 oportunidades por daños sísmicos, la última en 1951. No es tan cerca como yo pensaba, pero me encuentro un carro lleno de calcomanías o stickers y resaltan algunos de fútbol entre ellos del equipo local. Parece que me simpatizan los merideños.

Finalmente llego a la Basílica y puedo decir que es una de las mas hermosas que he visto. Dicen que está inspira en la catedral de Toledo – España y aunque se mas de fútbol y paisajes, creo que la de Toledo debe ser también maravillosa. Disfruto el silencio de las iglesias y la solemnidad que le brindan los merideños a su espacio.

Es además un lugar lleno arte: Esculturas, pinturas, vitrales. Creo en definitiva hicieron un gran esfuerzo para ser la mejor del país y lo lograron. Un Ave María suena en el fondo y un par de Novios entran a la iglesia a cumplir el sagrado deseo divino de “unir al hombre y la mujer”.  No hay mucha gente, pero suficiente con sonrisas sinceras. Me retiro lentamente, creo no estoy preparado para ser testigo ni culpable.

Algo típico de Mérida es comer churros con chocolate. Los Churros son una tira con masa con una forma de particular, se sofríen y se les agrega azúcar. Suena fácil, pero parece que quienes le han ganado en recetas a todos son precisamente los de esta pequeña tienda que tiene mas de 60 años y 3 generaciones. Debo hacer una corta fila, pago y me sugieren tomar asiento. Disfruto de los churros, no lo puedo negar.

Camino unas 10 cuadras y visito el teleférico de Mérida, que por muchos años fue el mas alto y largo del mundo. Las cabinas de ascenso son panorámicas y desde este lugar se puede llegar a Pico Espejo, la estación mas alta y donde se puede observar nieve ya que es el mas cercano al Pico Bolívar. Con el ascenso vas perdiendo la capacidad de respirar, prometo desde hoy creer cuando los jugadores de fútbol juegan en ciudades como La Paz, Quito y Bogotá y muestran cansancio, les juro que no les creía en lo absoluto.  

Empiezo a bajar al estadio. No está tan cerca de donde me encuentro y no quiero perder detalle de la previa. Tomo un taxi y por $5 me da un amplio recorrido de unos 4 KM. La radio local empieza a hablar del juego y al parecer, hay buena expectativa. Creo aspiran un triunfo, aunque el rival de hoy es Zamora, un equipo que en los últimos años ha ganado 4 títulos nacionales y jugado torneos internacionales.

Cerca del estadio, veo como aficionados van llegando en buenas cantidades. El Estadio Metropolitano fue construido en 2005 como parte de Copa América 2007 y en este estadio jugaron Bolivia, Perú, Uruguay y Venezuela. Durante 2011, también sirvió como acampamiento de cadáveres, luego del choque de un avión cerca de la ciudad.

Siempre se ha dicho que el aeropuerto de Mérida presenta dificultades para pilotos inexpertos a quienes les cuesta comprender la topología de las montañas andinas. Cuenta la leyenda aeronáutica que un piloto norteamericano tuvo que venir a hacer inspecciones a la pista de aterrizaje, pero su temor fue tal que sólo vino una vez por avión, las próximas 2 llegó a la ciudad en autobús.

En 1999, Estudiantes de Mérida tuvo su mejor participación en Copa Libertadores, ostentando la quinta posición y a sólo un gol de semifinales. En una de las llaves derrotó a EMELEC de Ecuador de visitante por 3 a 1 lo que le daba una gran ventaja, el recibimiento fue tal que se colmó el aeropuerto de fanáticos y no dejaban salir a los jugadores.

 Cuando llego a Taquilla me piden $2 por la entrada, es una de las más económicas del mundo, no tengo ninguna duda a pesar de asistir a uno de los mejores estadios del país. Hago una pequeña fila y en las afueras suenan tambores,  y trompetas. Veo trapos con cara de diablo, creo que la barra se llama Infierno Académico.

Un olor impregna el ambiente y como me gusta probar las expresiones culinarias me acerco a un lugar que había mas humo que gente. Apenas intento acercarme una señora muy sonriente me dice, ¿Cuántos choripanes quiere?, ante tanta sonrisa creo debo ser su primer cliente. El Choripán es chorizo debidamente asado, que se coloca entre un pan al estilo Hot Dog, sólo que no es salchicha sino chorizo y eso sí abundante salsa, es una característica de la comida rápida venezolana, usar mucha salsa. El pote es tuyo.

Luego de continuar probando las delicias de la ciudad, finalmente veo que la puerta esta mas cerca y despejada. Afortunadamente estoy a tiempo del inicio del juego, así que puedo caminar y estar relajado. Un alto porcentaje estaba uniformado con la camiseta del equipo y noté la ausencia plena de fanáticos del equipo visitante. Creo que algunos riesgos en las carreteras minimizaron la posibilidad de ver guerra de barras.

El rival de turno es Zamora, un equipo de la ciudad de Barinas que queda a unas 4 horas de Mérida, así es que los equipos toman avión para trasladarse.  Recibo una llamada que me doy cuenta no era la primera, me refugio en lugares cerrados para evitar el sonido ambiente. Al otro lado del teléfono una voz femenina pronuncia mi nombre. Me pide confirmar la reserva de hotel porque debo asegurar mi presencia, confirmo el precio y me dice claramente $25.

Es normal que en los comercios de esta ciudad y el país se hable de Bolívares o Dólares para el intercambio comercial, así que aseguré mi reserva en una céntrica Posada, uno de los lugares preferidos por los turistas. Las Posadas son generalmente casas familiares  acondicionadas con todos los servicios que ofrece un hotel, pero generalmente atendido por los dueños, lo cual le da cierto grado de familiaridad a la estancia.

Aunque Mérida es una de las ciudades mas frías de Venezuela, 40 minutos antes del juego veo como los jugadores salen a calentar  y creo que me metí tanto al entrenamiento que sentí la necesidad de refrescarme. Me levanto buscando alguna bebida y creo era el momento ideal para probar la cerveza Polar, símbolo de la cervecería venezolana.

Otra fila mas para comprar algún producto, pero le di tiempo a mis ansias y esperé mi turno para pagar 12 Bolívares, $0,5 precio más que económico para una bebida dentro de un estadio de fútbol. Tomo mi asiento, mi cerveza y justo cuando sonará el pito sumaría a mi bitácora dos clubes más de fútbol para mis registros.

Al día siguiente tomaría un tour todo el día para visitar los páramos andinos, así que debía esperar confirmar hora y lugar. Mérida es el estado que más páramo tiene así que es un lugar para conocer. El balón iba y venía, las barras cantaban y callaban y una infinita cantidad de vendedores pasaban cerca de mí. De pronto otra recibo llamada que era precisamente para confirmar el tour y el punto de encuentro.

El estadio Metropolitano tiene  una capacidad para 42500 personas, similar al del estadio de Sevilla en España.  Esta rodeado de tribunas que a su vez están protegidos de una loca para propiciar la sombra, excepto la de la Tribuna Sur que está de espaldas a la Sierra Nevada, así que el portero del equipo que ataca pude disfrutar de las nieves eternas mientras evita un contraataque.

Aquí jugaron las selecciones de Brasil y Argentina contra la selección Venezuela para Rusia 2018 por lo que fue retransmitido a diferentes partes del mundo. Además de estos registros, ha sido sede de juegos nacionales, Copa Sudamericana y Copa Libertadores, así como amistosos internacionales.

En pre temporadas es común observar a mas de un equipo haciendo entrenamientos en esta ciudad por sus condiciones: canchas, hoteles de calidad, instituciones fisiológicas etc.  Mérida es la ciudad mas alta de Venezuela 1600 m.s.n.m. y eso les permite trabajar las condiciones físicas con mas esfuerzo, para después aprovecharlo en la mayoría de los estadios, todos a menos altura.

El lugar mas atractivo es Ecowild, ubicado en La Culata, a 30 minutos de la ciudad con una altura mas elevada 1800 m.s.n.m. con 2 canchas de grama natural, parques, pista de hielo, rodeo y 24 confortables habitaciones con un precio de alrededor de $35 por persona que incluye acceso a los parques temáticos.

En la misma zona podemos encontrar lugares menos futboleros pero sí acogedores. Hotel Valle Grande, con una distinción 4 estrellas, y 180 habitaciones. El precio oscila entre $30 y $40 y 3 restaurantes con comida local, nacional y una especialidad italiana. Hubo mucha migración italiana en los años 70 y la pizza no solo se globalizó por el mundo sino también planto bandera en este lugar, que al parecer es muy famoso.

Pero si hay algo que debo probar durante la semana es precisamente la Trucha, un pecado típico de los ríos fríos y como no es usual en Venezuela, el mejor lugar para comer trucha es Mérida. Así que mientras observo las tribunas, empiezo a “hojear” el menú digital que me enviaron para comer durante el recorrido.

Un GOOOOOLAZO al minuto 23 para el equipo local me vuelve al juego y empezó a celebrar el ´primer y único gol de aquel juego, resultado que deja a toda la ciudad y a mí contento, porque nada como ver ganar al equipo de casa. Empiezo a descender del estadio y mientras caminaba al Taxi un olor a Choripan invadió el ambiente, creo que intentaré visitar un restaurante, a visitar la Calle del Hambre, una callecita que 10 1 5 areperas, creo me guardan las mejores arepas de la ciudad.

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