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lunes, 11 de enero de 2021

El gesto técnico del Tecnico

La primera vez que el "tipo" tocó la pelota, todos lo aplaudieron, porque sabían quién era, sabían de aquella hazaña en el 98 y 99, sabían de aquel golazo en Maracaibo desde unos 40 metros, o de aquel gol en el Soto Rosa de casi 70 metros. Y los aplausos no fueron simples, ni pálidos, ¡no!, fueron aplausos jolgoriosos, de gratitud porque, después de casi dos décadas aún era ídolo.

“Como dije ayer”, recordó el líder sudafricano Nelson Mandela en su primer discurso, luego de más de 20 años en la cárcel. Porque el tipo o los tipos, no rompieron los lazos de aquella semilla gloriosa cuando se alejaron o los alejó el destino.  Y los que vivimos aquella época gloriosa de Estudiantes de Mérida, mantenemos aquella historia fresca, la mantenemos viva, aún con piel de gallina como los argentinos mantienen la de Maradona, los uruguayos la del Maracanazo, y aunque algunos dicen que no se vive de la historia, explíquenme ¿Cómo se vive sin ella?

Ese tipo, chiquito, con aquel acento que no nos permite ni siquiera imaginar por un segundo que no es sureño, irreverente con la pelota, con los gestos, recibió un sinfín de aplausos aquel día. Un amigo de esos que van a la ciudad y al estadio por algo diferente a los del resto, me pregunta, ¿por qué le aplauden? en mi apuro por continuar viendo lo que pasaba después de ese gesto técnico que despertó al unísono a la tribuna con ese aplauso, le dije es Martín Brignani, el nuevo Técnico del equipo.  Por lo visto, no todos sabían quién era el nuevo técnico, pero él mismo se iba a encargar que todo el continente, supiera quien era, y lo logró.

Por dos años y medio, Martín Brignani se encargó de revivir aquella época de los 90, pero seamos sinceros, no fue la misma. Las condiciones y la dinámica eran totalmente diferentes, pero no por eso fueron logros invisibles. Tres participaciones internacionales entre ella dos en Copa Sudamericana y una en Libertadores. Además de eso se pudo conseguir el ansiado campeonato Clausura 2019 y un récord poco valorado o desconocido, pero fue el segundo equipo del continente anotando gol en fechas consecutivas durante 2018, un renglón encabezado por Peñarol de Uruguay, por encima de argentinos, brasileños, colombianos, mexicanos con su historia y sus chequeras.

En una entrevista con Brignani, que para mí fue una conversación con matices de gratitud y respeto. Nos contó que estuvo a punto de ser jugador de la selección Venezuela, en proceso de nacionalizarse, por requerimiento del técnico de la época Omar Pastoriza, pero que “el pato” como se le conocía a Pastoriza, le dijo claramente, que tenía a un jugador venezolano en esa posición y que, si este rendía, la prioridad era para el futbolista local, con en su defecto ocurrió.

 Cuando Brignani lo contó, se le vio la ilusión que pudo haber tenido, pero también se notó claramente de acuerdo con la decisión del “pato”. Para mí, ese gesto de entendimiento e ilusión, pero también de respeto por parte de ambos argentinos para con aquel jugador venezolano y Venezuela, es el gran gesto de reciprocidad y agradecimiento que ambos pudieron tener con el fútbol nacional.

Me provocó aplaudirles, me contuve como gol con el VAR, pero hay aplausos que van por dentro, hay aplausos que quedan en la memoria, en lo que definió Freud como el “Psiquis consciente”, pero seamos claro, otros aplausos jolgoriosos no, porque estoy seguro que se escuchan en las tribunas del Soto Rosa los gritos de aquel gol de 70 metros, aún suenan los aplausos, como lluvia de abril, del día del debut cuando el público aplaudió aquel cabezazo de Martín, de un tipo, que se fue ídolo y 20 años después, se fue más ídolo que nunca.


@jesusalfredoSP