Hay gente que acude a métodos
extradeportivos bien sea esotérico, religioso, cábala, para lograr
sus metas. Pero lo importante es ganar.
Una vez escuché que equipos, inclusive
selecciones campeonas del mundo, tenían entre su cuerpo de trabajo,
a personas que invocaban cualquier soplo espiritual para que la bola
no entrara a su arco, que su divinidad se armara de fuerza en un tiro
libre, o que la misma soplara con un fuerte y preciso cabezazo en un tiro de esquina.
Pero no los culpemos, mientras llega el minuto 90, cuando un equipo
está contra las cuerdas, vemos en la TV y el estadio a fanáticos
rezando para que el tiempo les favorezca y el gol llegue o no, según su "squaddra" se haya desenvuelto.
Algunos fanáticos invocan para que las
mil llaves de San Pedro abran cualquier puerta que bloquee el
triunfo. Otros porque la traición de Judas se refleje en aquellos
jugadores que por menos de 30 denarios se fueron al equipo rival,
otros aún mas radicales creen que como aquel chiste, Batistuta está
encarnado por el mismo Jesuscristo, en alusión al talento divino que
tenía el argentino frente al arco y a los similares rasgos físicos
descritos religiosamente del hijo de Dios en la tierra, con Batistuta.
Maradona dijo que "fue la mano de
dios", en alusión a aquel gol que con su mano le anotó a la
selección Inglesa durante el mundial de México 1986, y se quedó
así. Fue más castigador el comentario de las viejitas puristas de
la calle, que algún pronunciamiento oficial. Ni el vaticano ni la
iglesia dijeron nada. El pibe lo dijo cuándo el sucesor de San Pedro
era polaco, ¿Va el actual papa a empeñar una frase tan celebre como
el gol de 1986?. Los maradoniano esperan que wikileaks, aquella
fuente internacional de documentos secretos clasificados, algún día
les despeje la duda y revele algunos secretos del vaticano, entre
ellos si dios realmente estuvo allí.
Yo Tenía todo planeado para ir al
juego de la final, me refiero a aquella cuando Estudiantes de Mérida,
dirigido por “Chuy” Vera, se enfrentó al Anzoátegui en 2008.
Por diversas razones había aires de triunfo en Mérida. Por un lado
en el juego de vuelta el resultado, aunque en contra 1 - 2, estaba
abierto y el gol de Jansen Pérez para Estudiantes en condición de
visitante le daba cierta ventaja. Aunque en el torneo apertura los
resultados no eran muy favorables, el buen accionar del equipo en la
Copa Venezuela, le agregaba mas condimentos a nuestros deseos de
triunfo. Se contaba con una buena plantilla de veteranos, no digamos
nómina, porque como les costó a esos chamos cobrar su sueldo.
Teníamos en el equipo jugadores de calibre entre ellos, Ruberth Morán, Elvis Martínez,
Gabriel Urdaneta, Leopoldo Jiménez, el juvenil Anyelo Peña, entre
otros.
Esa tarde, tomo el rumbo para ir al
Metropolitano, pero el estar sediento me llevó al primer lugar que
se me ocurrió. Dudé si esperaba llegar al estadio o saciar mi sed
en el primer lugar que encontrara. Aunque el tiempo no jugaba a mi
favor vi que al equipo rival, el Anzoátegui, tampoco. Se alojaba en
la parte alta de la ciudad, y estaban allí relajados, montándose
poco a poco en el bus que los llevaría al juego. Pensé que si
hubiese traído una bandera hubiese manifestado que aquí son
visitantes y que esto no es Puerto La cruz, que aquí la gente si
sabía lo que era una final de Copa Venezuela.
Justo al frente del Hotel Tibisay,
lugar donde pernoctaba el equipo oriental, encontré un negocio
chino, lugar ideal para comprar agua y saciar mi sed. Eso me dio
chance de ver el bus y hacer un par de gestos al equipo rival. No
creo que lo hayan visto, pero uno no sabe. Al entrar a la mencionada
tienda china, veo como un jugador del Anzoátegui estaba allí,
frente a la caja de pago. Me ha ocurrido en algunas oportunidades en
que me he encontrado a jugadores contrarios y siempre alguna
palabrita o gesto hago para expresar que mi postura es contraria. Me
pasó una vez que vi a jugadores de Táchira bajándose del bus y les
dije "Van a Perder”, otra vez a los del Carabobo y les dije
"Estudiantes 3, Carabobo 0".
Eso siempre lo he tenido e inclusive en
una oportunidad cuando hacia vida en Estados Unidos, me correspondió
enviar notas de prensa para la radio en la cual trabajaba. El juego
daba para mucho periodísticamente, pues se enfrentaban dos de los
equipos que tienen más aficionados de fútbol en ese país. Por un
lado Real Madrid, los galácticos de Zidane, Beckham, Ronaldo,
Casillas y compañía y por el otro, Chivas de Guadalajara con 5
jugadores de selección mexicana y semifinalista de Copa
Libertadores. Al salir del hotel en horas de la mañana, y mientras
mi ojo turístico paseaba por el centro, me encuentro ante 3
jugadores madridistas, entre ellos Sergio Ramos y Soldado a quienes
le empuñe mi dedo índice y lo pase por mi cuello. Apenas me miraron
y voltearon. Creo que ese gesto más bien les dio suerte, ambos
anotaron gol y el Madrid ganó. Aunque no lo crean, iba por el equipo
mexicano, allá siempre apostaba a los latinos.
Hacerle gestos a Soldado y Ramos no me
amilanó, tampoco decirle un par de cositas, respetando siempre las
normas y buenas costumbres, a otros jugadores venezolanos. Lo que si
me intimidó fue ese jugador del Anzoátegui frente a frente,
comprándole a Juan, el chino de la venida Universidad. Al no más
verlo, no sabía si pensar en Cábalas, escasez, en el uso que le
podía dar a su compra. Llevaba consigo 8 tarros de Margarina Mavesa
(mantequilla le digo yo) en sus manos, haciendo equilibrio para que
el preciado producto no cayera al piso. No pude decirle nada, porque
no me esperaba algo así. Hubiese pensado, agua, bebidas energéticas,
algodón, vendas etc, pero ¿Mantequilla?, Indagué un poco en
costumbres de futbolistas y ninguno usa mantequilla para que el guayo
le entre mas fácil, o la espinillera resbale con el porcentaje de
grasa que posee la margarina, la verdad me quedé pensando y aun no
entiendo que jugó la mantequilla ese día.
Confieso que no sé qué jugador era,
le di paso, casi que lo ayudo a llevar las mantequillas al autobús,
pero tenía encima la sed, el juego y la pregunta. ¿Para qué es la
mantequilla?. Minutos después pensé en decirle algún uso que le
pudiera dar a la mantequilla, pero hubiese jugado con su hombría y
el respeto por delante. El chino, lo despidió efusivamente, a lo
mejor era un comprador empedernido del producto, a lo mejor la
escasez ya arropaba el oriente y el chino se solidarizó, a lo mejor
el chino también es oriental.
Ese día el marco de las tribunas, a las cuales tenia acceso por Planeta Deportivo, desde
los palcos de prensa eran un espectáculo, digno de una final. Abajo
Anzoátegui no. Los jugadores se la pasaban en el piso, botaban la
pelota, se caían a cada rato o tal vez se resbalaban. No creo que
sea una estrategia pero tal vez le agregaron mantequilla a los tacos
para que se eso ocurriera. Estudiantes agotó todos sus recursos,
pero el Anzoátegui, dirigido en ese momento por Daniel Farías,
logró empatar a cero goles y quitarle a Estudiantes otra Copa
Venezuela esa que nos ha sido esquiva por tantos años y décadas.
No sólo Anzoátegui nos quitó esa
final sino también otra en 2012. Pero además de eso, el equipo
oriental es estadísticamente superior, no damos pie con bola o a la
bola con el pie. No se si se trata de una piedrita en el Zapato o
mantequilla en el Zapato, pero pareciera que nos cuesta sumar 3
puntos con este equipo en Mérida y Puerto La Cruz. Nos amilanamos
ante este equipo, que si bien ha hecho méritos para ser considerado
un equipo ganador, algunas veces es que le damos mucha mantequilla.
Ficha del juego 28/07/2016
Estudiantes de Mérida 1-2 Deportivo
Anzoátegui - Domingo 28.2.2016
Estudiantes de Mérida (1): Alejandro
Araque, Omar Labrador, Andrés Rouga, Egwar Valbuena, Wilson
Guerrero, Ocar Guillen*, Héctor Acosta, Winston Azuaje, Wislintos
Rentería (Mario Mosquera 57’), Rodrigo Morales (Edixson Mena 65’)
y Gustavo Páez (Jorge Ruiz 76’). DT: Raymond Páez.
Suplentes sin jugar: Miguel Vásquez,
Manuel Rodríguez, Marlon Bastardo y Ángel Torres.
Dvo Anzoátegui (2): Geancarlos
Martínez, Jhonny Mirabal, Javi López, Diego Araguainamo, Juan
Fuenmayor, Ricardo Martins Néstor Canelón, Yohan Cumana, Rolando
Escobar (David Centeno 71’), Jholvis Acevedo* (Gregory Araque* 90’)
y Charlis Ortiz (Alexander Rondón 85’). DT: Nicolás Larcamón.
Suplentes sin jugar: Renny Vega,
Enmanuel Calzadilla, Edgar Mendoza y Manuel Medori.
Goles: Wiston Azuaje 37’ (EST)
Charlis Ortiz 14’ y 41’ (DANZ)
Amonestados: Edixson Mena 75’ (EST)
Néstor Canelón 67’ y Javi López 79’ (DANZ)
Arbitro: Kevin Sánchez (Barinas)
Asistente 1: Carlos González
(Barinas)
Asistente 2: Renso Ramírez (Barinas)
4º Árbitro: Julio Barrera (Barinas)
Estadio: Metropolitano en Mérida
Asistencia: 2.559 personas