Es que en el fútbol hay cada
cosa que uno como que dice, mejor me dedico a otra cosa. Mire, le dijo el
viejito a su amigo del alma, pana de mil batallas, de esos que hasta le hizo el
favorcito de prestarle para la entrada del domingo, así no hubiera resuelto la
comida de la semana entrante, y ni siquiera llegaba la quincena. Miembros de aquella organización de los noventa, Amigos del Estudiantes, que reunían fondos y trajeron dos delanteros brasileños, Silvano Pereira y Joao Claudio.
Esa organización vendía souvenirs, chaquetas, camisetas y además de ellos lograba reunir aporte de otros fanáticos para pagar sueldos a esos dos jugadores brasileños. Pasaban por las emisoras promocionando sus actividades y antes y después del juego tenían un kiosko para tales fines. Aún guarda una chaqueta roja con el escudo del equipo a pesar de que la moda y el sol, le han hecho entender que el tiempo pasa, y es crudo.
El viejito, en franca
conversación, no entendía porque Estudiantes de Mérida hoy le alegraba y mañana
le hacía pasar una calentura, y como él le decía, no era Estudiantes el que le molestaba
si no los jugadores , los Directivos, el Cuerpo Técnico, en sí el Estudiantes
era la víctima, ud sabe cómo esos amores de quinceañero. Una vez me enteré, le
dijo el mas frustrado del dúo que uno de los jugadores no rendía mucho, porque tenía
un absceso, una especie de infección. Por un lado no entendía porque ese
pequeño malestar le podría afectar tanto en el campo de juego y navegaba entre
la sorpresa y la incredulidad, pues no le terminaba de entender.
Pero en estas cosas, pues
uno sabe tan poco que a veces no entiende ni al Director Técnico, porque mete a
uno o a otro, porque no convoca a pedrito si antes de su llegada era el que
estaba allí. Terminaba por consolarse con la afirmación que cada técnico tiene
sus gustos, y así como a uno le gusta el fútbol a otros no. Era una cuestión de
gustos y estilos.
Como cada juego, el pasado
se le pegó a la radio, porque mientras termina de limpiar su carro, no le
molesta escuchar el juego de su equipo. No es amigo de los viajes, nunca lo ha
sido ni cuando el equipo estaba en sus mejores momentos y los compromisos
maritales y familiares no existían. En estas últimas décadas, siempre ha sido
un cruel crítico de la junta directiva, como la mayoría de la patota con la que
asiste al juego, por las deudas, los tratos que en algunos casos estás han incurrido
ante la afición y jugadores, pero esta vez y con directiva nueva, se muestra a
la expectativa. Porque ya no escucha en la radio hablar de deudas, de vuelos de
última hora porque no conseguían los recursos, que a los jugadores lo están
sacando de sus casas o le está mirando fue el mesonero del restaurante donde se
hospeda y come, porque la propina no es mas que una sonrisa.
Siempre sigue los programas
de radio, y cree firmemente en lo que dicen, a pesar de que a veces se
contradicen, o manejan información de acuerdo a la fuente y las fuentes son
como la política, se la sueltan a algunos sí y a otros no. Mantenía la expectativa de que se podía sumar
un punto ante Lara, que si se sumó ante Táchira, por que no ante el equipo a
enfrentar, que para él son equipos que hoy están y mañana no se sabe, y es que
él agarraba el calendario y un montón de equipos no existían cuando él fue al
Soto Rosa por vez primera, y a través de los años ha sido testigo de la
aparición y desaparición de muchos.
Por eso, perder ante Lara, era una posibilidad, pero también
se podía ganar. No entendía eso de que el DT del equipo crepuscular tuviera une
estilo de dirigir que ha muchos le gusta, pero él valoraba lo que Ruberth ha
representado siempre para el equipo, a pesar de que en una época como jugador
se le cuestionó. Que venía sumando, en algunos casos de un punto, pero sumaba,
que el equipo venía invicto desde la llegada del DT de merideño. La verdad no
daba porque Estudiantes perdió, y seguía
preguntándose por que si casi se le gana a Táchira en Pueblo Nuevo, por que no
a este equipo, al que también le cuesta sumar.
Pero se repitió a si mismo, y como le dijo en principio a
su amigo, en el fútbol hay cada cosa y se dio cuenta de un detalle que alguien
mencionó en la radio, y es que Estudiantes
de Mérida ha perdido el 67 % de sus partidos cuando el juego es pitado por Ramón
Ortega y sólo ha ganado 11 % con él. Pensó por un momento que era casualidad,
pero cuando empieza a escuchar mas datos, se da cuenta de que el árbitro es de
Portuguesa, y una especie de Dejavu se tejió en su mente, y es que desde que Portuguesa perdió esa
rivalidad con Estudiantes de Mérida, ha sido un equipo con poca o nada
trascendencia y seguramente Ortega se estaba vengando, no cantó un penalti y la
cancha se la inclinó al Lara. Listo, ya
entendí le dijo a su amigo mientras se levantaba jubiloso de la silla, la culpa
no es del equipo y desde ya prepara su camisa para el próximo juego del equipo.
Ficha Técnica:
Dvo Lara (1): Eduardo Herrera, Luís Colmenarez, Octavio Zapata,
Leonardo Falcón, Oswaldo Chaurant, Ricardo Andreutti, Jorge Gómez*, Darwin
Gómez, César González (Pierre Pluchino 80’), Matías Manzano (Ely Valderrey 68’)
y Jesús Hernández (Yeferson Velasco 87’). DT: Leo González.
Suplentes sin jugar: Edgar Pérez, Elián Guillen, Daniel Carrillo y Starling
Yendis*.
Estudiantes de Mérida
(0): Alejandro Araque,
Marlon Bastardo, Richard Lobo, Juan Muriel, Omar Labrador (Leonel Vielma 52’),
Wislintos Rentería, Luís Barrios, Winston Azuaje, Jhoan Arenas, Gustavo Páez
(Mario Mosquera 82’) y Yunior Valbuena (Jesús Vargas 67’). DT: Ruberth Morán.
Suplentes sin jugar: Hermis Polanco, Luís Altuve, Engelberth Briceño y
Edixon Mena
Gol: Jesús Hernández 17’ (DLAR)
Amonestados: Octavio Zapata 43’ César González 53’ y Jorge Gómez
77’ (DLAR) Jhoan Arenas 53’ (EMER)
Árbitro: Ramón Ortega (Portuguesa)
Asistente 1: Alberto Ponte (Portuguesa)
Asistente 2: Dixon Alvarado (Portuguesa)
4° Árbitro: Isley Delgado (Yaracuy)
Estadio: Metropolitano de Cabudare