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martes, 30 de agosto de 2016

Siguen siendo amigos.

Es que en el fútbol hay cada cosa que uno como que dice, mejor me dedico a otra cosa. Mire, le dijo el viejito a su amigo del alma, pana de mil batallas, de esos que hasta le hizo el favorcito de prestarle para la entrada del domingo, así no hubiera resuelto la comida de la semana entrante, y ni siquiera llegaba la quincena. Miembros de aquella organización de los noventa, Amigos del Estudiantes, que reunían fondos y trajeron dos delanteros brasileños, Silvano Pereira y Joao Claudio.

Esa organización vendía souvenirs, chaquetas, camisetas y además de ellos lograba reunir aporte de otros fanáticos para pagar sueldos a esos dos jugadores brasileños. Pasaban por las emisoras promocionando sus actividades y antes y después del juego tenían un kiosko para tales fines. Aún guarda una chaqueta roja con el escudo del equipo a pesar de que la moda y el sol, le han hecho entender que el tiempo pasa, y es crudo.

El viejito, en franca conversación, no entendía porque Estudiantes de Mérida hoy le alegraba y mañana le hacía pasar una calentura, y como él le decía, no era Estudiantes el que le molestaba si no los jugadores , los Directivos, el Cuerpo Técnico, en sí el Estudiantes era la víctima, ud sabe cómo esos amores de quinceañero. Una vez me enteré, le dijo el mas frustrado del dúo que uno de los jugadores no rendía mucho, porque tenía un absceso, una especie de infección. Por un lado no entendía porque ese pequeño malestar le podría afectar tanto en el campo de juego y navegaba entre la sorpresa y la incredulidad, pues no le terminaba de entender.

Pero en estas cosas, pues uno sabe tan poco que a veces no entiende ni al Director Técnico, porque mete a uno o a otro, porque no convoca a pedrito si antes de su llegada era el que estaba allí. Terminaba por consolarse con la afirmación que cada técnico tiene sus gustos, y así como a uno le gusta el fútbol a otros no. Era una cuestión de gustos y estilos.

Como cada juego, el pasado se le pegó a la radio, porque mientras termina de limpiar su carro, no le molesta escuchar el juego de su equipo. No es amigo de los viajes, nunca lo ha sido ni cuando el equipo estaba en sus mejores momentos y los compromisos maritales y familiares no existían. En estas últimas décadas, siempre ha sido un cruel crítico de la junta directiva, como la mayoría de la patota con la que asiste al juego, por las deudas, los tratos que en algunos casos estás han incurrido ante la afición y jugadores, pero esta vez y con directiva nueva, se muestra a la expectativa. Porque ya no escucha en la radio hablar de deudas, de vuelos de última hora porque no conseguían los recursos, que a los jugadores lo están sacando de sus casas o le está mirando fue el mesonero del restaurante donde se hospeda y come, porque la propina no es mas que una sonrisa.

Siempre sigue los programas de radio, y cree firmemente en lo que dicen, a pesar de que a veces se contradicen, o manejan información de acuerdo a la fuente y las fuentes son como la política, se la sueltan a algunos sí y a otros no.  Mantenía la expectativa de que se podía sumar un punto ante Lara, que si se sumó ante Táchira, por que no ante el equipo a enfrentar, que para él son equipos que hoy están y mañana no se sabe, y es que él agarraba el calendario y un montón de equipos no existían cuando él fue al Soto Rosa por vez primera, y a través de los años ha sido testigo de la aparición y desaparición de muchos.

Por eso, perder ante Lara, era una posibilidad, pero también se podía ganar. No entendía eso de que el DT del equipo crepuscular tuviera une estilo de dirigir que ha muchos le gusta, pero él valoraba lo que Ruberth ha representado siempre para el equipo, a pesar de que en una época como jugador se le cuestionó. Que venía sumando, en algunos casos de un punto, pero sumaba, que el equipo venía invicto desde la llegada del DT de merideño. La verdad no daba porque Estudiantes perdió,  y seguía preguntándose por que si casi se le gana a Táchira en Pueblo Nuevo, por que no a este equipo, al que también le cuesta sumar.

Pero se repitió a si mismo, y como le dijo en principio a su amigo, en el fútbol hay cada cosa y se dio cuenta de un detalle que alguien mencionó en la radio, y es que  Estudiantes de Mérida ha perdido el 67 % de sus partidos cuando el juego es pitado por Ramón Ortega y sólo ha ganado 11 % con él. Pensó por un momento que era casualidad, pero cuando empieza a escuchar mas datos, se da cuenta de que el árbitro es de Portuguesa, y una especie de Dejavu se tejió en su mente,  y es que desde que Portuguesa perdió esa rivalidad con Estudiantes de Mérida, ha sido un equipo con poca o nada trascendencia y seguramente Ortega se estaba vengando, no cantó un penalti y la cancha se la inclinó al Lara.  Listo, ya entendí le dijo a su amigo mientras se levantaba jubiloso de la silla, la culpa no es del equipo y desde ya prepara su camisa para el próximo juego del equipo.

Ficha Técnica:

Dvo Lara (1): Eduardo Herrera, Luís Colmenarez, Octavio Zapata, Leonardo Falcón, Oswaldo Chaurant, Ricardo Andreutti, Jorge Gómez*, Darwin Gómez, César González (Pierre Pluchino 80’), Matías Manzano (Ely Valderrey 68’) y Jesús Hernández (Yeferson Velasco 87’). DT: Leo González.
Suplentes sin jugar: Edgar Pérez, Elián Guillen, Daniel Carrillo y Starling Yendis*.
Estudiantes de Mérida (0): Alejandro Araque, Marlon Bastardo, Richard Lobo, Juan Muriel, Omar Labrador (Leonel Vielma 52’), Wislintos Rentería, Luís Barrios, Winston Azuaje, Jhoan Arenas, Gustavo Páez (Mario Mosquera 82’) y Yunior Valbuena (Jesús Vargas 67’). DT: Ruberth Morán.
Suplentes sin jugar: Hermis Polanco, Luís Altuve, Engelberth Briceño y Edixon Mena
Gol: Jesús Hernández 17’ (DLAR)
Amonestados: Octavio Zapata 43’ César González 53’ y Jorge Gómez 77’ (DLAR) Jhoan Arenas 53’ (EMER)
Árbitro: Ramón Ortega (Portuguesa)
Asistente 1: Alberto Ponte (Portuguesa)
Asistente 2: Dixon Alvarado (Portuguesa)
4° Árbitro: Isley Delgado (Yaracuy)
Estadio: Metropolitano de Cabudare



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