Seguidores

viernes, 22 de julio de 2016

"El Rastafarí", cobró en el banco.

Llegué un poco tarde al juego de Estudiantes de Mérida contra Monagas. El tráfico producido por una caravana de graduandos, me hizo dar más vueltas que el “peluca” Arenas en el segundo tiempo para llegar al arco, bueno eso es parte del mismo deseo de llegar a la meta.

Cuando estoy arribando al lugar en mente, y sin siquiera ver el gramado, empiezo a escuchar los aplausos y de inmediato me imaginé el minuto 19, momento que sirve para rendir homenaje al desaparecido Carlos de Castro, quien defendió los colores del equipo durante un largo periodo. Imagínense lo tarde que llegué.


En ocasiones, mi mente simultáneamente repasa los hechos históricos desde el imperio otomano, hasta el instante actual, y una arista de pensamientos vienen a mi. Por un momento me puse en lugar de otra persona que no supiera porque son los aplausos y creo que se preguntarían con desconcierto el por que de los mismos, incluyundo los jugadores de Monagas. Mientras terminaba de subir la rampa mi mente se fue inmediatamente al lugar que ocupa Ángel Hernández, portero del equipo de la visita, pero que también defendió la portería académica por un largo periodo. El si sabia a que se debían esos aplausos y no se si fui yo, o fue la dinámica del juego en si, pero al “Rastafari” como se le conoce a Ángel por sus modos, también lo vi aplaudiendo.

Paulo Coehlo, relata en “el Alquimista” que el mundo es Banco de Favores, es decir, haciendo el bien, agradeciendo y haciendo las cosas mas fácil para los demás, la vida abre una cuenta como si fuera un banco, y va haciendo depósitos, que si eres una persona ajena  al mal y te enfocas en ayudar a tus semejantes, un día te encontraras con una cuenta de ahorro repleta de ceros, eso provoca que al momento de necesitar una ayuda, el "banco de favores" es el principal medio al cual recurrir. Así que si no le has hecho "la vueltica" a algún individuo debes acudir a algún préstamo, siempre con altos y desconocidas tasas de interés.

Entré en un "status de simpatia" con el portero, porque con esos aplausos, el arquero, que irónicamente también había sido parte del accidente de transporte y de la accidentada temporada del equipo académico, estaba dando una señal de intimidad con la afición, con el fútbol de Mérida, con el alma de carlitos. Hay jugadores que no celebran sus goles a su ex equipos, y este gesto de Rastafari, lo vi como eso, como un agradecimiento a este equipo que le dio oportunidades en algún momento de su vida.

Mientras mi mente divagaba en ese gesto, llega el error defensivo académico, y cuando escucho el gesto de malestar de la afición, mis ojos y mi mente se posan en la cancha, para ver como el jugador de Monagas culminaba mi paseo por las nubes, en un gol del equipo visitante, suficiente para llevarse los tres puntos. En ese momento mi mente toma otra retrospectiva, y empieza a hojear textos y paginas, y de repente hace una especie de “Zoom” como imagen satelital cuando detecta el objetivo, y se va a esa pagina del libro El Alquimista, que habla del banco de favores, porque vi a Angel aplaudiendo y eso lo asocié con agradecimiento, empatía, respeto entre otros y no había culminado el aplauso del minuto 19, cuando ya su equipo estaba celebrando su gol. ¿Acaso Angel estaba retirando del banco de favores tantas alegrías a la afición merideña o a ese gesto ante Carlos de Castro le sirvio para que ese banco de favores, le reintegrara su buen gesto?

1 comentario: